En Avanza Homes consideramos indispensable la labor previa de investigación antes de operar en el mercado inmobiliario. Sin ella, es prácticamente imposible tener clara la viabilidad de cualquier proyecto. Y, en este contexto, entra en juego una herramienta tan útil como necesaria: el estudio de mercado inmobiliario.
¿Qué es y para qué sirve un estudio inmobiliario?
Gracias a los estudios inmobiliarios podemos obtener información muy valiosa que nos permite conocer, por ejemplo, el potencial de alquiler en una determinada zona o la posible rentabilidad de una propiedad.
Al invertir en bienes raíces, se debe contar siempre con esta clase de información, que se obtiene a través de los estudios de mercado. Así, los vendedores pueden establecer precios con criterio y los compradores tienen la capacidad de comprobar que los precios que encuentran se ajustan a la realidad del mercado en ese momento.
Estas son todas las ventajas que ofrece la confección de un estudio de mercado inmobiliario y las razones por las que te aconsejamos hacerlo:
- Determinar si es buena idea o no invertir en una zona.
- Conocer qué factores dificultan la inversión en cada lugar.
- Identificar los aspectos demográficos clave que influyen en la evolución de cada sitio.
- Averiguar si existen proyectos en marcha o previstos cuyo desarrollo eleve el valor de las propiedades que los rodean.
- Aumentar la capacidad de negociación, al ser buen conocedor de los precios que dominan el mercado en ese periodo de tiempo.
¿Cómo se hace un estudio inmobiliario? Sus partes fundamentales
Hay diferentes formas de hacer un estudio inmobiliario, pero todas ellas han de pasar por estas fases o partes fundamentales:
- Estudiar la evolución y el estado actual del mercado: tener una visión global del mercado inmobiliario es el primer paso, lo cual permite estar bien informado acerca de las tendencias, las previsiones y el volumen del mercado en cuestión.
- Estudiar la demanda: la finalidad en este punto es conocer a fondo a los clientes y a sus demandas, con el objetivo de determinar si existe potencial suficiente para satisfacerlas.
- Analizar la oferta: además de saber lo que buscan los clientes, es crucial conocer lo que ya están ofreciendo tus futuros competidores y cómo les está funcionando.
- Estudiar la legislación aplicable: saber qué normativas estatales y locales hay y qué normas están vigentes en materias como la medioambiental o la tecnológica, es también importante.
- Recolectar los datos: en las cuatro anteriores fases se habrá obtenido una gran cantidad de información, pero no toda es igual de valiosa. Hay que clasificarla teniendo en mente que lo que se quiere saber es si una inversión es viable, rentable y segura.
- Preparar el informe: todos esos datos seleccionados por su utilidad se reflejan en un informe, que sirve de guía para que el inversor analice por sí mismo cuál es la mejor decisión y qué estrategias puede seguir para obtener el mayor beneficio posible.
Ahora bien, no todos los que se deciden a invertir en el mercado inmobiliario tienen el tiempo o los conocimientos necesarios para llevar a cabo este necesario estudio de mercado. Afortunadamente, puedes ponerte en contacto con nosotros para que nos hagamos cargo de la investigación y te asesoremos en todo lo que necesites.